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Mel Peregrino

Santiago

No estoy segura si te encontré o me encontraste, pero ese día algo en el destino se acomodó y entre tanta gente fui yo a quien miraste. Honestamente aún sigo sin poder creer que eso fuera posible, ¿cuánta probabilidad había de que justo tus ojos se encontraran con los míos?

Una inocente solicitud de amistad se convirtió en una lluvia de likes en Instagram. Querías llamar mi atención sin saber que ya la tenías. No sé quién dio el primer paso, si tú con tus likes o yo mandándote un mensaje en privado al darme cuenta de lo que hacías. (Creo que fui yo).

Un par de mensajes y días después te volví a ver. Con miradas coquetas intercambiábamos mensajes estando en la misma habitación; tú en un extremo y yo del otro. Nadie escuchaba lo que decíamos pero veían como le sonreíamos al celular cada que se iluminaba la pantalla. No sé si lo sepas, pero esa noche me fui a dormir con tu nombre en la mente. 


Honestamente no tengo idea qué fue lo que encendiste dentro de mí pero necesitaba volverte a ver, y creo que tú necesitabas lo mismo, así que el 17 de septiembre salimos por primera vez. Olvidé mi bufanda en tu casa y tú decidiste conservarla.

Sin darme cuenta ya era diciembre y estábamos festejando al mismo tiempo Navidad y mi cumpleaños.

Me enrede no solo en tus sábanas , sino también en tu mirada; ya no veía marcha atrás a todo lo que provocabas en mí. Me encantaba verte dormir y sentirme segura cuando a la mitad de la noche tu mano buscaba la mía para no dejarla ir. Y aunque la vista desde ese departamento tuyo era inexplicable, no se comparaba en lo absoluto con lo que mis ojos veían al despertar a tu lado.


Yo conservaba tu playera y tú mantenías tus promesas. Yo era tu "nena" y tú mi "guapi" y honestamente no sé en qué momento me volví tan cursi para no llamarte por tu nombre. Lo que sí sé es que se sentía taaaan bien escucharte llamarme de esa forma, pues de una u otra forma sabía que habría muchas "Melissas" en el mundo, pero ninguna otra que fuera "tu nena".

A la hora de cocinar eras el mejor, sin embargo tuve que enseñarte a hacer hotcakes, que ironía. No existía mejor sentimiento en el mundo que estar una mañana a tu lado, haciéndonos de desayunar; tú cuidabas el tocino y yo no te quitaba los ojos de encima.


Recuerdo todo lo que te gustaba, tu equipo favorito y mi cara cuando me cantaste por primera vez. Podría jurar que fue ayer cuando agarraste tu guitarra para cantarme a mitad de la noche en medio de la sala con la luna de fondo. Tal fue la noche del 22 de febrero, cuando a las 11:59 pm, mientras tú me cantabas, corrí a la cocina por un pie de limón y más velas de las necesarias. Un video mal grabado es todo lo que tengo para recordar las sonrisas infinitas de ese momento.


Nunca nos tomamos una solo foto... que ironía siendo eso lo que más te gustaba hacer. Hoy solo tengo videos de 15 segundos de mala calidad, un par se screenshots de nuestras conversaciones y un millón de recuerdos en la mente.


Sé que nunca fui buena para decirte lo que sentía pero hay mil cartas que nunca te di y esta es una de ellas. Te quiero, te quiero y te quiero. Hoy quiero que sepas que nunca lo deje de hacer. Fuiste mucho más de lo que pensabas, nunca hubo nadie más que tú. Aún me cuesta demasiado expresar estas palabras con el mundo, por lo íntimo y privado que esto fue para ti y para mí. Sé todo lo que implica escribirte esto y aunque probablemente nunca lo leas, quiero que sepas que esto es para ti, la persona que NO me robó el corazón, sino la que me lo devolvió. Espero que lo entiendas, pero espero más volverte a ver.


"The bravest thing you will ever do is love again"



-Yours Truly

Mel

1 Comment


Den Peregrino
Den Peregrino
Jun 25, 2019

❤️❤️❤️❤️

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